Antes de regresar montamos una gran fiesta final. Algunas mamás pudieron venir a ayudarnos con los talleres, en los que no sólo aprendimos cosas nuevas de China, sino que trabajamos algunas inteligencias.
Taller 1: Los guerreros de Xian.La inteligencia pictórica, corporal y lingüística trabajamos.
Las madres nos contaron una apasionante historia de un emperador que tenía miedo a quedarse sólo;y para vencer esos miedos,...¡mandó hacer un ejército de piedra para que nada malo pudiera sucederle!
Así con plastilina y ceras, decoramos a nuestra manera estos guerreros. Bolitas pequeñas hicimos y con nuestros pequeños deditos, las chafamos para hacer que su armadura fría y de piedra, se volviera colorida y divertida.
Y para hacer su armadura muy resistente con cola y pincel le dimos suavemente...
Taller 2: Restaurante Chino.
Las madres se vistieron como auténticas chinas y nos dieron la bienvenida a un restaurante muy especial. En él sólo pudimos comer arroz tres delicias y un té fenomenal.Este taller nos sirvió para trabajar la inteligencia matemática, corporal y naturalista.
Pensamos cuándo estaba lleno y vacío cada recipiente que usábamos (cuenco y vaso). Además tuvimos que utilizar nuestras habilidades para coger la cuchara y comer, revolver y degustar tan sabroso manjar.
Descubrimos que el arroz tres delicias se llama así por sus ingredientes (arroz, jamón y tortilla).
Y no sólo con eso, té de frambuesa con azúcar comimos de postre; pudiendo ver cómo el agua cambiaba de color y la clase- restaurante de un olor maravilloso se envolvía. ¡Algunos hasta nos chupamos los dedos!
La exposición.
Después de tanto trabajo un ratito a la exposición de China les llevamos. Allí una sorpresa teníamos y es que entre todos, habíamos colgado el material que nos habéis prestado. Hicimos una foto con todos los objetos orientales y de nuevo volvimos a nuestra clase. ¡Qué ganas tenemos de volver a conocer otras culturas!
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